jueves, 14 de noviembre de 2019

#6 El joven Braenyr

Microrelato, relato, cuento
El joven Braenyr

   Laina se sentó en un banco cercano, dentro del patio de armas seguida por Aesath. Ambas se quedaron mirando al centro del patio, en el cual el maestro enseñaba a sus dos únicos discípulos. Estos intentaban tocarle sin éxito alguno. Uno de los jóvenes de bello rostro miró a Aesath, le guiño un ojo antes de ser alcanzado por el maestro, siendo derribado.

- Mantén la concentración. - le dijo el maestro. - Si fuese un enemigo, estarías muerto. - Laina sonrió al ver la escena.
- ¿Sabes Aesath? Esto me recuerda mucho al día en el que conocí a tu padre. - comenzó a narrar uno de sus preciados recuerdos. - Fue el día de Fusterher, el único día en el que todos se dedican a festejar. Yo estaba entregada a mis ejercicios de espada en este mismo lugar. Entonces por la puerta apareció mi padre acompañado por un joven delgado, de pelo negro y ojos grises, como los tuyos. Estaba manchado de ceniza por todas partes. Mi padre me dijo - Este es Braenyr, a partir de ahora vivirá con nosotros. Sois de edad similar, así que tendréis de temas de los que poder hablar.
- ¿Cuantos años teníais? - preguntó Aesath con su  curiosidad gatuna habitual.
- Yo tenia doce años, y tu padre tenía catorce. Ese mismo día le mostré su habitación y le deje ropas limpias. Te puedo asegurar que una vez aseado, tu padre parecía otra persona. A partir de entonces comenzamos una amistad que nos llevó a vivir muchas aventuras. Pero si quieres que te cuente más, antes debemos ir a prepararnos para la cena. Hay que estar presentables, si no el ama de llaves sacara a relucir su acostumbrado mal carácter.

Continuara...

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