Descubrimiento
Mientras la chica sale fuera de la taberna, el encapuchado da buena cuenta con su espada del indeseable invitado y sus acompañantes. El estruendo del acero al chocar, de los gritos, cesa a los pocos minutos. La puerta se abre con un chirrido, el encapuchado sale limpiando con un trozo de tela el filo del arma. La muchacha esta de pie frente al negocio, mirándole. Este envaina su espada, levanta la mano agarrando la capucha de la capa y la echa hacia atras. El viento le mece los cabellos rojizos, sin ocultar su piel clara y sus ojos color oliva.
- No te quedes tan sorprendida. - dice al verle la cara. - Las mujeres podemos ser grandes guerreras. ¿Sabes montar a caballo? - le pregunta.
- No, nunca lo he hecho. - dice con timidez.
- No tepreocupes, montaras conmigo. - añade con rapidez. - A Lucero no le importará.
- ¿Quién eres? - pregunta, dejando su actitud timida a un lado.
- La mejor amiga de tu padre e hija de su maestro, Laina de Atherak. - le contesta con cortesía en el habla. - Y es alli es donde te voy a llevar, para ser adiestrada como lo fue Braenyr. - lleva los dedos indice y pulgar hasta la comisura de la bocay silba con energía. Un caballo blanco inmaculado aparece desde el fondo de la calle. Laina se monta en sobre su lomo, extiende la mano hacia la muchacha. - ¿Como te llamas?
- Aesath. - dice con firmeza, por primera vez.
- Muy bien, monta, tenemos un largo camino que recorrer.
Continuara...
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